Un reciente reportaje publicado en Journal of Medicinal Chemmistry de la American Cancer Society arroja nuevas luces sobre la capacidad de las plantas crucíferas (y, en concreto del brócoli) para combatir el cáncer. Por primera vez los científicos descubrieron que ciertas sustancias vegetales son capaces de bloquear uno de los genes defectuosos asociados con el cáncer.
Las sustancias en cuestión son los isotiocianatos (ITC) que se encuentran e el brócoli, coliflor, berro y otras crucíferas. Estas sustancias aparentemente son capaces de detener el crecimiento de un cáncer.
El estudio observó los efectos de los ITC naturales sobre diversos tipos de células cancerosas incluyendo las del cáncer de colon, mama y pulmón.
Finalmente estos científicos creen que drogas basadas en isotiocianatos naturales o de síntesis podrían mejorar la efectividad de los actuales tratamientos oncológicos o sugerir nuevas estrategias para combatir o prevenir esta enfermedad.
Entonces ¿debemos consumir más brócoli?
Obviamente todo apunta a que una modificación dietética en la que haya una mayor presencia de crucíferas es deseable.
Ahora bien, hay que tener presente que la excesiva cocción de las verduras destruye muchos de estas benéficas sustancias, incluyendo los isocianatos. Por tal motivo es interesante pensar en agregarlas a la dieta en crudo o mediante formas de preparación que no supongan un excesivo o prolongado contacto con el calor como, por ejemplo, la manera tradicional china que utiliza el wok para saltearlas.
Véase también:
- Cáncer de próstata y verduras crucíferas
- Sobre comer alimentos crudos.
Las sustancias en cuestión son los isotiocianatos (ITC) que se encuentran e el brócoli, coliflor, berro y otras crucíferas. Estas sustancias aparentemente son capaces de detener el crecimiento de un cáncer.
El estudio observó los efectos de los ITC naturales sobre diversos tipos de células cancerosas incluyendo las del cáncer de colon, mama y pulmón.
Finalmente estos científicos creen que drogas basadas en isotiocianatos naturales o de síntesis podrían mejorar la efectividad de los actuales tratamientos oncológicos o sugerir nuevas estrategias para combatir o prevenir esta enfermedad.
Entonces ¿debemos consumir más brócoli?
Obviamente todo apunta a que una modificación dietética en la que haya una mayor presencia de crucíferas es deseable.
Ahora bien, hay que tener presente que la excesiva cocción de las verduras destruye muchos de estas benéficas sustancias, incluyendo los isocianatos. Por tal motivo es interesante pensar en agregarlas a la dieta en crudo o mediante formas de preparación que no supongan un excesivo o prolongado contacto con el calor como, por ejemplo, la manera tradicional china que utiliza el wok para saltearlas.
Véase también:
- Cáncer de próstata y verduras crucíferas
- Sobre comer alimentos crudos.