Hemos visto cómo la energía puede influir sobre la materia contribuyendo a devolver la normalidad funcional a las células o, en un sentido patológico, interaccionando negativamente con ellas. Pero ¿qué es en realidad la materia y qué la energía? ¿No serán, acaso, dos aspectos de una misma cosa? En realidad, llamamos materia a la energía que podemos ver y tocar pareciéndonos algo estático. Sin embargo, todo cuanto existe en el universo no consiste más que en determinadas frecuencias y "densidades" de energía. Esto es así aún cuando los sentidos nos induzcan a ver ambos fenómenos (materia y energía) como cosas distintas.
Resulta claro que por ambos lados podemos actuar eficazmente sobre una desarmonía orgánica. Y ahora quiero poner de relieve que si lo que llamamos energía influye sobre la materia, también la materia lo hará sobre el aspecto energético del organismo.
Por lo anteriormente expuesto deberemos darnos cuenta que un adecuado terreno físico-químico proporcionará una buena base para obtener excelentes resultados con la aplicación de terapias energéticas coherentes. Veamos, pues, el lado práctico que es, al fin y al cabo, el verdaderamente interesante. Estas son las condiciones que facilitarán la obtención de resultados positivos:
1.- Evitar las influencias energéticas negativas: lugares energéticamente perturbadores, campos electromagnéticos de muy baja frecuencia, etc. CAPÍTULOS 21 y 22.
2.- Un adecuado equilibrio sodio-potasio intra y extracelular. CAPÍTULOS 3 (ver punto 11), 5 y 6.
3.- Un Ph orgánico correcto. Mismos capítulos que el apartado anterior.
4.- Eliminación de elementos químicos y residuos orgánicos perjudiciales. En esto tiene mucho que ver la dieta y el adecuado funcionamiento de las vías naturales de eliminación. CAPÍTULOS 7, 8 y 9 especialmente.
5.- Conveniente oxigenación de los tejidos. CAPÍTULOS 15, 16 y 17.
6.- Eliminación de bloqueos articulares, especialmente los de la columna vertebral. Esto es función del profesional osteópata, quiropráctico y del adecuado ejercicio físico. CONSULTE ADEMÁS EL APÉNDICE I.
7.- Nutrición rica en principios vitales regeneradores. CAPÍTULOS 5 y 6.
8.- Receptividad psíquica y disposición mental adecuada hacia la curación. A ello dedico toda una sección de esta obra bajo el epígrafe "Parte 3, CONSCIENCIA", que viene a continuación.