16.1.08

EL METODO KOUSMINE

No podría pasar por alto en esta obra a la doctora Catherine Kousmine. Sus ideas han obtenido una gran difusión debido, tal vez, a la seguridad que proporcionan más de sesenta años de práctica médica profesional y numerosísimas observaciones efectuadas en sus propios pacientes a lo largo de varias décadas.

La Dra.Kousmine considera que el cáncer se desarrolla, preferentemente, en cuerpos mal nutridos debido a los múltiples errores e incongruencias de las dietas y los alimentos actuales. Para demostrar lo sólido de sus argumentos parte de experimentos con animales para luego exponer su dilatada experiencia con pacientes humanos. Su obra fundamental: "Salve su cuerpo" (versión española de Javier Vergara Editor) recoge un significativo número de historias clínicas de sus propios pacientes en las que describe, de forma muy clara y didáctica, su evolución. No todos podemos contar con pacientes a los que hemos observado durante cincuenta años.

Frente a las sustancias cancerígenas, la Dra.Kousmine se reafirma en que un cuerpo que recibe la amplia variedad de elementos nutritivos que precisa para su mantenimiento es reacio a permitir el desarrollo de un tumor.

Explica: "Por ejemplo, existe un colorante denominado amarillo de manteca (...) que si se lo administra a ratas alimentadas con comprimidos nutritivos o con arroz pulido se provoca la aparición de tumores en el hígado. Si se alimenta a estos animales con arroz integral o aún con los mismos comprimidos más un suplemento de vitaminas, los tumores son más raros o no se forman".

"Existe un cancerígeno poderoso, denominado metilcalantreno, que aplicado a la rata produce un cáncer con gran regularidad. Yo disponía de una cepa de ratas de raza pura el 90% de las cuales desarrollaron espontaneamente un tumor mamario canceroso en un laboratorio especializado de París, donde se las alimentaba con comprimidos nutritivos que contenían presuntamente todo lo que necesitaban. Alimenté a las mismas ratas con trigo, pan negro, zanahorias y levadura de cerveza. La tasa de cáncer descendió a menos del 50%. Por otra parte resultó imposible obtener de ellas un sólo cáncer por aplicación de metilcalantreno según los métodos habituales".

El punto débil de nuestro organismo, la "gran madre" del cáncer reside, para la Dra.Kousmine, en la finísima capa de células epiteliales del intestino. Esa capa a través de la cual los nutrientes llegan al torrente sanguíneo y la circulación linfática. Esa finísima capa formada por una sola hilera de células se renueva cada dos o tres días completamente. Pero para poder mantenerse normal necesita el aporte de sustancias nutritivas adecuadas entre las que destancan los ácidos grasos poliinsaturados (muy deficientes, por regla general, en nuestra alimentación moderna) y un equilibrado balance vitamínico y mineral.

Si esta membrana intestinal se vuelve excesivamente porosa o permeable permitirá la entrada a la sangre y la linfa de numerosos tóxicos y bacterias. Con el tiempo el hígado (que recibe a través de la vena porta la sangre que ha pasado por el intestino ) se saturará y los filtros o ganglios linfáticos estarán repletos de detritus orgánicos. En esta situación toda la economía corporal podría sufrir un gran colapso.

Sin embargo, para la Dra.Kousmine, un tumor (benigno o maligno) es una barrera de defensa más. Sí, ha leído usted bien. Según la tesis de esta notable investigadora, un tumor es un foco de atracción que alberga todo tipo de tóxicos y microorganismos patógenos evitando, de esta manera, su libre difusión por el organismo. Lo apoya el hecho de que es posible demostrar la presencia de numerosas bacterias patógenas en la mayoría de los tumores, excepto los irradiados, como es lógico, por el poder esterilizante de las radiaciones ionizantes. Las experiencias que avalan sus teorías se exponen en el libro citado.

Por tanto, en el método Kousmine (que no difiere de algunos otros en el fondo sino en la forma) la prevención y la resolución de un estado canceroso se basa en dos puntos:

1) Impedir la entrada de nuevos tóxicos al organismo eliminando las sustancias y alimentos perjudiciales.

2) Realizar los cambios dietéticos apropiados para restaurar la normalidad asegurando un ingreso suficiente de todos los materiales que el cuerpo necesita para regenerarse.

En el método Kousmine se le concede una capital importancia a tres aspectos (con los que estoy en total acuerdo):

A) Incrementar el consumo de ácidos grasos poliinsaturados (antiguamente vitamina F) limitando, además, la ingesta de grasas saturadas.

B) Restablecer el Ph extracelular adecuado.

C) Asegurar una alimentación natural, con alimentos frescos, integrales y biológicos que proporcione todas las vitaminas, minerales, oligoelementos y enzimas naturales necesarias.

Veamos cómo se ponen en práctica estos tres importantes aspectos:

A) Es imprescindible rebajar al máximo la ingesta de grasas saturadas. No se toman huevos, chocolate, cacao ni grasas sólidas a temperatura ambiente como la mantequilla. Esto incluye todo tipo de bollería industrial, por ejemplo. Por el contrario, se han de utilizar aceites ricos en ácidos grasos poliinsaturados como el de girasol virgen, de germen de trigo, lino o sésamo. Estos aceites se consumirán crudos. Una vez abiertos los envases se han de preservar del calor, el aire y la luz. La dosis mínima se establece en dos cucharadas soperas diarias.

Resultan interesantes los suplementos a base de aceite de prímula (onagra) o de borraja que se pueden encontrar en tiendas de dietética. A este respecto recomiendo la lectura del capítulo 12 de mi obra "Salud y Larga Vida por la Alimentación".

Se recomiendan instilaciones rectales (con una pera de goma) de 100 mililitros de aceite virgen de girasol prensado en frío. Esta cantidad de aceite se introduce en el recto tras un enema o lavado intestinal (véase el capítulo 8) y se retiene para que sea absorbido.

La aportación de ácidos grasos poliinsaturados procedentes de aceites que los contengan, vírgenes y extraidos en frío, es una parte fundamental del método Kousmine. Tiene como objetivo potenciar la inmunidad y proveer al organismo de elementos imprescindibles para mantener las membranas celulares (incluida la intestinal) en el mejor estado.

B) Hemos visto en el capítulo 3 la importancia que tiene el mantener un Ph adecuado del líquido extracelular y el papel de los ácidos en la génesis del cáncer. La dieta predominantemente vegetariana introduce en el sistema elementos alcalinizantes para contrarrestar los ácidos. En el método Kousmine se enfatiza la idea de ayudarse ingiriendo citratos alcalinos y controlando el Ph urinario que es un buen indicador de lo que sobra en el medio extracelular.

Se pueden utilizar alcalinizantes como Kibasit, Herbasit u otras marcas compuestas a base de citratos. Personalmente prefiero que no contengan bicarbonato o citrato sódico para evitar excesos de sodio.

Con un papelito indicador de Ph (de venta en tiendas de material para laboratorios o farmacias) se mide el Ph de la segunda orina de la mañana. El papel cambia de color en contacto con una gota de orina. En la escala de colores del estuche comprobamos el Ph.

Tomaremos entre una y tres cucharaditas de los polvos alcalinos antes dichos (o similares) hasta que la segunda orina de la mañana tenga un Ph de 7 o 7,5. A partir de entonces debe mantenerse así con la dieta y la toma eventual (si es necesario) de alguna cucharadita de los polvos alcalinos.

C) Vitaminas, minerales y oligoelementos. La Dra.Kousmine aboga por los alimentos integrales y biológicos. Estos son los que conservan la mayor parte de sus vitaminas y minerales siendo, además, cultivados sin el concurso de pesticidas o sustancias potencialmente nocivas para el individuo o el medio ambiente.

Es recomendable, por tanto, tomar diariamente algún suplemento vitamínico completo. Puede usarse, también, levadura de cerveza, germen de trigo y uno o dos comprimidos de cloruro de magnesio.

Kousmine recomienda encarecidamente consumir todos los días cereales integrales enteros o molidos. Sugiere molerlos en casa para aprovechar toda su riqueza nutricional. Esto no es difícil si se dispone de un molinillo de cereales casero (pregunte en su centro de dietética o busque por internet).

¿CONTRADICCIONES? NO, GRACIAS. No existe contradicción alguna entre el método propuesto por la Dra.Kousmine y lo que he sugerido en el capítulo anterior. De hecho, el método dietético básico para el cáncer y el que se muestra aquí se complementan mutuamente. En ambos casos, cuando se trata de cáncer, se desaconseja el consumo de carne. Pero concretemos el método Kousmine:

Eliminar de la dieta: grasas sólidas, mantequilla, margarina, chocolate, pasteles, bollos, dulces y todas las grasas de origen animal (se tolera algo de queso fresco). Por supuesto se proscribe el alcohol y el tabaco.

Lo menos posible: azúcar(en todo caso se utilizará azúcar integral de buena calidad o miel) y sal.

Indispensable: dos cucharadas soperas diarias de aceites elaborados mediante prensado en frío (girasol, lino, sésamo o germen de trigo), siempre en crudo.

EJEMPLO PRÁCTICO:

DESAYUNO: el momento ideal para tomar la famosa "Crema Budwig" cuyas virtudes han sido tan alabadas por la doctora protagonista de este capítulo. Se prepara así: batir dos cucharadas de aceite de lino (en su defecto de germen de trigo) con cuatro cucharaditas de queso blanco fresco o requesón hasta que queden estos ingredientes bien mezclados, con aspecto cremoso. A continuación se agrega el jugo de medio limón y un plátano maduro, miel al gusto, dos cucharaditas de frutos oleaginosos recien molidos (pipas de girasol, semillas de lino, almendras, nueces...) y tres cucharaditas de cereales integrales recién molidos y crudos. Finalmente se añade alguna fruta fresca de temporada. Todo esto se bate y se mezcla muy bien quedando así lista para tomar.

Si no se toleran bien el trigo o el centeno crudos (pueden producir gases en algunas personas), se utilizará arroz integral, cebada, avena o trigo sarraceno. En todo caso se procurará ir alternando distintos cereales.

En el desayuno se puede beber leche de soja o alguna infusión de plantas.

COMIDA DEL MEDIODÍA: una buena ensalada, germinados, legumbres o verduras crudas o cocidas al vapor. Siempre (todos los días) potaje, crema o papilla de cereales integrales. También se puede tomar una menestra de verduras y legumbres o patatas.

CENA: siempre moderada y ligera a base de frutas o ensalada de todo tipo de verduras crudas con algún fruto seco y queso fresco sin sal. También se puede arreglar la cena con potaje de cereales integrales o arroz integral en sus casi infinitas y exquisitas formas de preparación. Otras veces se puede tomar un buen pan integral (repito: un buen pan integral y no esos panes blancos con cascarillas que se pretende hacer pasar por integrales) con miel...

En el libro de la Dra.Kousmine vienen numerosas sugerencias. Recomiendo que, una vez comprendidas las ideas básicas, se consigan algunos libros de cocina vegetariana, sobre ensaladas y jugos. También se encuentran libros de recetas basados en el método Kousmine. Así la alimentación, además de ser un tratamiento, también puede ser un placer.

Entre comidas pueden tomarse jugos de frutas o de verduras.

Teniendo en cuenta las tesis de la Dra.Kousmine queda muy justificado el uso del ajo como poderoso antiséptico intestinal y general. Téngalo en cuenta... cuanto más ajo coma mejor para su cuerpo. Y no me diga que repite... al fin y al cabo estamos hablando de la vida ¿no?

Básicamente este es el método dietético de la Dra.Kousmine. Sus efectos, según ella, se notan a los dos meses pero es necesario seguir estas pautas de alimentación saludable durante al menos dos años. Poco tiempo, por cierto, cuando tan pocas esperanzas de calidad y duración de vida se ofrecen tras un diagnóstico de cáncer.

Numerosas afecciones mejoran indudablemente con este método dietético. Para más datos consulte la abundante bibliografía que existe sobre el método Kousmine.