Este libro que tiene en sus manos trata del cáncer. La mayoría de los lectores supondrán que cada vez que se cita esta palabra se habla de la misma cosa. Y, curiosamente, esto es a la vez cierto y falso. Es cierto en tanto se refiere a una colección de síntomas particulares. Es falso si creemos que hay acuerdo sobre el proceso por el cual estos síntomas se han manifestado.
Obviamente hay una gran diversidad de opiniones sobre el proceso del cáncer. Cuando se llega a atribuirle una causa, esa diversidad es aún más amplia. Esto es como ver a una persona parada en una esquina (colección de síntomas). Ella puede haber llegado allí por una variedad de caminos (o posibles procesos). Y sabemos todavía menos del por qué y para qué está allí en ese momento, su motivación personal o causa.
Muchísimas de las dificultades y malentendidos (no sólo en el campo de la salud sino en la mayoría de los encuentros con la vida) resultan de un proceso comunicativo no claro mas que en dificultades directas con el acontecimiento. Cuando le ponemos un nombre a una enfermedad o a cualquier otra cosa normalmente también nos estamos refiriendo o relacionándonos con un contexto específico. Y es dentro de ese contexto que el sentido existe. Si cambias el contexto, el sentido cambia instantáneamente. Por ejemplo, una silla de cocina y una silla eléctrica comparten esas cualidades que llamamos "ser silla". Pero su sentido y función son muy distintos porque cada una existe en un contexto o mundo diferente.
Cada sistema de sanar o contexto también está relacionado con un paradigma o forma de mirar al mundo (o lo que llamamos realidad). Y estos paradigmas pueden ser hasta más variados de lo que aparentan las diferencias en las formas de sanar.
Tanto un médico alópata (medicina oficial) como un médico chino le toman el pulso al paciente, lo que visto desde afuera es la misma cosa. Ahora bien, los dos médicos están situados en mundos o realidades distintas y la información que reciben es completamente dispar y también el sentido de esa información. La "Medicina del Alma" es un contexto de sanación muy distinto, aunque me agrada decir que es menos distinto hoy que hace veinticinco años, cuando se desarrolló. También la Medicina del Alma tiene su propio paradigma o forma de ver la realidad. Así que antes de que comente cómo vemos el cáncer y su curación dentro de esta medicina, me gustaría compartir algo sobre sus conceptos básicos y su paradigma.
La esencia conceptual de la Medicina del Alma se puede describir de la manera siguiente:
La vida es una sola y consciente totalidad que está en una constante y creativa comunicación con cada una de sus partes o aspectos. La vida sabe lo que hace y nos lo comunica.
La vida nos habla en susurros; si no podemos escuchar nos habla más alto. Si aún no podemos o sabemos entender o no queremos escuchar, nos sigue hablando más y más alto hasta que nos da un grito. Ese grito es el dolor, la enfermedad o el accidente.
Resulta curioso que en este modelo, en contra de lo que nos han enseñado, la enfermedad no es lo más importante, aunque es lo que más nos llama la atención. La enfermedad y su patrón de síntomas, el dolor y la incomodidad, están más relacionados con el tono de voz. En este sentido un cáncer es un grito bastante más alto que un resfriado. Lo que sí tiene mayor importancia es el lugar en el cuerpo dónde se han producido esos síntomas y los órganos relacionados con la condición. Estos nos pueden decir de forma muy específica la naturaleza y el sentido del mensaje.
A la vez que entendemos el mensaje, lo integramos y acpetamos su sabiduría o sugerencia, el órgano empieza a curarse rápidamente. Tanto que a veces aparenta hasta como magia o un pequeño milagro.
El código secreto del cuerpo describe órgano por órgano la parte específica de nuestra vida con la que el órgano está relacionado metafórica y psicosomáticamente. También el código secreto del cuerpo explora los mensajes en unas treinta y cinco enfermedades entre las más comunes.
El idioma creativo interior es un modelo que nos ayuda a comprender, interpretar y aplicar los frutos de nuestra intuición. Nos aporta una forma práctica y efectiva para utilizar nuestro sexto sentido o famosa voz interior. Se trata de un vocabulario que cada persona conoce muy bien ya que se compone de sus propias experiencias y memorias pero vistas en forma metafórica.
El código secreto del cuerpo junto al idioma creativo interior forman un poderoso y creativo sistema de sanación y bienestar. El código secreto del cuerpo nos ayuda a entender el sentido del mensaje y el idioma creativo interior nos ayuda a localizar intuitivamente esas creencias, resistencias o experiencias pasadas no asumidas que están bloqueando o distorsionando el mensaje y nuestra comprensión del mismo.
Aparte de su función a nivel operativo, cada órgano interno y externo es a la vez una especie de archivo metafórico de distintos aspectos de nuestra vida personal. Una dolencia en un órgano nos indica que esa parte de nuestra vida está fuera de equilibrio y por esto nos está llamando la atención.
Otra manera de decir o entender el párrafo anterior es que nuestra atención consciente y, en consecuencia, nuestra personalidad está fragmentada y se dirige a distintos momentos de nuestro pasado impidiéndonos tener toda nuestra atención disponible en el presente. Como ejemplo imaginemos a tres personas que ven a un perro, un cachorro. La primera a los siete años fue atacada y seriamente herida por un perro. La segunda a la misma edad tenía perros y cachorros en su casa y se pasaba las horas jugando con ellos. La tercera, por la razón que sea, jamás ha visto un perro ni nada que se le parezca. Aunque el ejemplo es poco realista nos sirve para darnos cuenta que sólo la tercera persona tiene toda su atención puesta en el perro del presente. Tanto la primera como la segunda reparten su atención entre el pasado y las distintas posibilidades futuras, sean negativas o positivas.
Para muchos de nosotros el futuro no es algo realmente nuevo. Más bien es el pasado arreglado o expandido pero sigue siendo más del mismo pasado. Vivir el presente es vivir tanto la novedad como el misterio del momento y para eso uno requiere ser nuevo en cada instante tal vez, como dicen los yoguis, con cada respiración.
La Medicina del Alma es una medicina de contexto, no de contenido. No tiene forma visible. Es la base psicosomática de la enfermedad antes de que aparezca algún síntoma. Esto convierte al código secreto del cuerpo y al idioma creativo interior en compañeros creativos y fuentes de apoyo para todo modelo o sistema de sanación. Permite que cualquier sistema de sanar que se use funcione mejor, más rápido y con mayor satisfacción personal y profesional.
La Medicina del Alma refleja y apoya los aspectos de bienestar en todos los sistemas de sanación, profundiza los efectos de tu sistema y expande el potencial de bienestar dentro del paciente.
Para una mejor comprensión de cómo la Medicina del Alma se relaciona con los otros modelos de sanación podemos mirar el cuerpo en términos de la función, la estructura, la bioquímica, el campo electromagnético, el campo magnetoeléctrico y el alma o consciente personal total que, a la vez, se conecta directamente con el todo o el espíritu.
Un cambio en la función o uso de un órgano pudiera tener poco o ningún efecto en su estructura. Ahora, un cambio en la estructura sí suele tener mayor impacto en cómo pueda o no pueda funcionar un órgano. Un cambio en la parte bioquímica también pudiera cambiar de forma radical tanto la estructura como la función y así podemos seguir por otros niveles energéticos hasta llegar al alma o consciente personal total en donde un acto de poder creativo personal puede producir un cambio que rápidamente se refleje en cada dimensión energética de la persona, a menudo hasta apareciendo milagrosa.
La gran mayoría de los sistemas de sanación funcionan en una de las categorías antes de llegar al alma o consciente personal total. El siguiente diagrama relaciona algunos de los sistemas más conocidos con las dimensiones energéticas en las que se enfocan principalmente (F= función, E= estructura, B= bioquímico, Em= electromagnético, M= magnetoeléctrico, C= consciente):
- Alopática F,E,B
- Naturópata F, E, B, Em
- Quiropráctica E, Em
- Terapias corporales E, Em
- Plantas B, Em
- Nutrición B
- Acupuntura Em
- Digitopuntura Em
- Imposición de manos Em
- Reflexología Em
- Logoterapia (sonidos) Em
- Cromoterapia Em
- Homeopatía M
- Minerales y cristales M
- Remedios florales M
- Código secreto del cuerpo C
- Curación a distancia C
La Medicina del Alma, con sus dos componentes: el código secreto del cuerpo y el idioma creativo interior, nos permite comprender las comunicaciones de nuestro interior, de nuestra alma y de la vida misma y esto acelera la sanación sea cual sea el sistema de sanar usado siempre y cuando tanto el paciente como el sanador tengan conocimiento y confianza en su sistema.
Cada sistema de sanar es básicamente un modelo o una lente a través de la cual hemos escogido mirar el cuerpo humano y, más allá, la experiencia humana. También se puede decir que cada modelo de sanar es una manera de ver la realidad o está directamente asociada a una manera de ver el mundo, a un paradigma particular.
La medicina alopática, por ejemplo, con sus enfoques básicamente mecánicos y bioquímicos, es claramente parte del paradigma de Isaac Newton y René Descartes, que proponen un universo objetivo y de objetos, de separación entre uno y el universo, con leyes causa-efecto como sucede en el juego del billar, donde uno puede ser víctima en términos absolutos.
La medicina de hierbas y plantas hace puente entre la bioquímica y el campo electromagnético y se basa principalmente en el paradigma de Einstein y de la física cuántica. Aquí entramos en lo que se llama la medicina energética o medicina vibracional incluyendo el campo electromagnético y el campo magnetoeléctrico. Este paradigma ve el cuerpo físico, los cuerpos energéticos y todo el universo como energía pura manifestando o vibrando a distintas frecuencias.
La Medicina del Alma opera y se enfoca en el consciente personal total o alma, pero también se puede decir que en lo que más se acerca un modelo de sanar al consciente personal total más se relacionan con acontecimientos dentro del consciente o vida interior del paciente. La Medicina del Alma, igual que varios otros modelos de sanar, reconoce que el universo o la vida responden a nuestra consciencia creativa a través de nuestra capacidad de escoger.
El escoger creativamente con poder, a veces llamado intento, tiene impacto sobre los campos energéticos y es capaz de transformar y cambiar la experiencia física. Nuestra relación con el intento personal está directamente en relación con nuestra capacidad para escuchar a la vida, para alinearla en mayor armonía con la totalidad y con el lugar que ocupamos en cada momento dentro de dicha totalidad. Cuando podemos escuchar a los niveles más profundos, las otras dimensiones o cuerpos energéticos también pueden escuchar o aceptar la sanación, sea cual sea el lenguaje o metodología utilizado, ya sea acupuntura, naturopatía, cromoterapia, medicina mineral, homeopatía, plantas y hierbas, dietas o alguna variación de trabajo corporal o imposición de manos.
He compartido y enseñado el código secreto del cuerpo y el idioma creativo interior a pacientes, sanadores, médicos y otras personas y grupos interesados durante más de veinte años.
La manera más eficaz para un profesional o persona interesada en familiarizarse con el código secreto del cuerpo y el idioma creativo interior y su metodología es asistir y participar directamente en un cursillo que se presenta en fines de semana. Estos cursillos incluyen, además de información, experiencias prácticas.
También algunos profesionales de la sanación han encontrado útil y valioso sencillamente leer el manual del cursillo y las relaciones entre los órganos y las partes específicas de nuestra vida y explorarlo directamente con sus pacientes. Estos modelos son ideales para este tipo de exploració creativa porque se practica a través de lo que aparenta una simple conversación y en ningún caso pueden ser ofensivos o peligrosos.
La Medicina del Alma es la presentación de un modelo de sanación, un manual de relaciones psicosomáticas órgano por órgano y una nueva perspectiva sobre unas treinta y cinco enfermedades. Es también una esquematización sobre cómo funciona la intuición a nivel individual, quizás la única que existe en este momento. Pero por encima de todo la Medicina del Alma es una introducción operativa a un nuevo paradigma, a una nueva tradición espiritual que yo llamo "El Camino del Sabor".
Este paradigma, como cualquier otro con sentido, es bastante amplio y contiene muchas enseñanzas. Pero para el propósito de esta información sobre el cáncer quiero comentar, básicamente, cuatro cosas. A éstas las llamo las cuatro preguntas fundamentales que son preguntas no tando de información sino más de exploración y de experiencia.
LA PRIMERA PREGUNTA BÁSICA ES: ¿El mundo es amistoso?, ¿el universo es amistoso? La respuesta dentro de la Medicina del Alma y el paradigma del Camino del Sabor es que sí. Vivimos en un universo que es amistoso hasta cuando aparenta que no lo es.
LA SEGUNDA PREGUNTA ES: ¿Creamos nosotros nuestra realidad?, o lo opuesto ¿somos víctimas del accidente, de la casualidad? ¿todo ésto es un juego de azar, si sentido? Dentro del Camino del Sabor decimos que cada persona crea su propia experiencia de la realidad. Es decir, que las cosas más bien pasan desde nosotros más que decir que nos pasan a nosotros. Eso es a través de las creencias que uno tiene. No los pensamientos sino las creencias que uno tiene.
LA TERCERA PREGUNTA O ENSEÑANZA ES: ¿Somos estúpidos? Para nosotros la estupidez no tiene que ver con lo que se llama inteligencia. Se trata más de los límites que uno se impone a las circunstancias de antemano. En tanto y en cuanto más limitamos las circunstancias o más vamos de "enterados" más estúpidos somos. Así que uno puede tener muchísimos certificados o diplomas académicos y, a veces, cuantos más, más estúpido es porque está usando la experiencia para limitar la novedad, el misterio, las posibilidades del momento. Y lo que únicamente tiene vida es el momento.
LA ÚLTIMA PREGUNTA ES: ¿Estamos locos? Nuestra respuesta es que cada persona, por el hecho de ser único, se puede decir que está loco. Es un ser que, aunque esté unido a los demás, es como una gota de agua única... siendo que, al mismo tiempo, está unida a un océano. La mente de uno, las vidas anteriores, las experiencias y cómo uno ha respondido a ellas son únicas para cada persona. Ese ser único es una gran fuente de creatividad y posibilidades. Eso se relaciona con lo que llamamos "estar loco". "Loco" no es un término médico; más bien es un término social y determina qué es lo que entra y sale dentro de una gama social.
Con todo esto como una pequeña base vamos ahora a entrar en algunos comentarios sobre el cáncer.
¿Qué es el cáncer desde el punto de vista de la Medicina del Alma? Una de las cosas de la Medicina del Alma que sorprende a mucha gente, incluyéndome a mí mismo, es la capacidad sencilla y directa que tiene de ver las cosas. La Medicina del Alma es un juego de gafas muy inocente. Y digo esto porque para nosotros el cáncer, básicamente, es un crecimiento interior. Pero esto suena demasiado simple, porque es un crecimiento que mata. Aunque lo cierto es que todos los crecimientos matan lo viejo. El cáncer es un crecimiento interior que no es aceptado o asumido por la persona... Es una diferencia entre "quien eres" y "quien crees que eres".
Hay una parte de la persona que sabe quién es. Y hay otra parte, que podemos llamar la personalidad, que manifiesta lo que piensa o cree que es. Cuando esa diferencia es muy grande, entonces se presentan distintos tipos de problemas. Cuando esa diferencia es muy, muy grande, que es como si uno pensase que es un cuadrado cuando, en realidad, es un círculo... ahí se puede producir lo que llamamos un cáncer; una manifestación de crecimiento que mata lo viejo.
El cáncer también se puede ver como una incapacidad para encontrar una respuesta. ¿Qué quiere decir ésto? Toda información sólo tiene sentido cuando se relaciona con una pregunta. Hasta que hay una pregunta no existe información, lo que existen son sonidos. Lo que llamamos información se convierte en tal cuando se relaciona con una pregunta. El cáncer es tener esa información sin conocer la pregunta o, más bien, la relación entre pregunta y respuesta.
La idea de "¿quien eres?" te permite ciertas preguntas y ciertas respuestas. Imagínate que esa idea la pudiéramos llevar al terreno económico. El que no tiene dinero no se plantea ir a un restaurante caro. Cuando esa persona es rica y aún no se plantea esas nuevas aventuras, esas nuevas preguntas, es cuando se puede producir el cáncer. Así es cómo el alma te avisa que no eres el que piensas que eres. Esta idea de "quienes somos" en relación a "quienes creemos que somos" está basada en una serie de creencias. Dentro de la Medicina del Alma podemos decir que un alma no tiene los mismos límites que tiene la personalidad. Las creencias que tenemos sobre el mundo básicamente son creencias sobre quién piensas que eres tú. Igual que todos los inventos del mundo son extensiones de capacidades humanas, todas las ideas que tenemos sobre el mundo son extensiones de ideas que uno tiene sobre sí mismom. En cuanto esa idea es más pobre o más limitada, más alejada está de la realidad del alma que no tiene esos límites. La evolución de la expresión del alma en este plano es como un gotero. Ese gotero va echando, durante años, una gota de agua cada día. Al principio no se nota demasiado pero al cabo de los años esa agua se va acumulando y llega un momento en que esa fuerza ya impacta en la vida de una persona. Si uno sigue "no mirando" en la dirección en que va evolucionando el alma entonces ella le pega un grito. Ese "grito", de acuerdo con el lugar del cuerpo en que se manifiesta, te puede decir sobre la parte de tu vida que está fuera de equilibrio.
Acerca del cáncer (aunque al final voy a especular sobre una cura del mismo muy radical) yo francamente dudo que puedan fabricarse medicamentos que lo curen. Primero porque no interesa y segundo porque el proceso tiene otra naturaleza. Dentro de la Medicina del Alma y, específicamente, dentro del código secreto del cuerpo, decimos que cada órgano del cuerpo representa una parte de la vida concreta y particular del individuo. Un cáncer sólo dice que ha habido un crecimiento extraordinario en una parte de la vida de la persona. Ahora, sabiendo en qué órgano está, podemos determinar qué aspecto de esa vida está desequilibrado.
Veamos unos pocos ejemplos:
En términos generales "el libro de la Medicina del Alma" explica que el cáncer se relaciona con nuestra habilidad para ver y entender, percibir, nuestras respuestas interiores personales a preguntas básicas como ¿es el universo amistoso?, ¿quién soy?, ¿creo yo en mi propia realidad?, ¿tengo libertad de elección?; mirar atrás, creatividad estancada y percepción negativa de tus formas para la expresión creativa. Desesperanza. Amargura profunda a menudo conectada con un trauma de nacimiento. El cáncer es un crecimiento interior enfocado negativamente al cual no te quieres acoplar.
Con lo anterior como base podemos mirar algunos de los órganos en los que suele manifestarse el cáncer. Uno de los que más mortalidad produce en varones es el cáncer de pulmón. Estos se relacionan con la elección de moverse hacia adelante y la resistencia a entrar en acción. Problemas en los pulmones manifiestan resistencias a los desafíos de la vida, falta de ganas de vivir. Si uno va directo al arte, se pueden curar muchas cosas. La tos significa ganas de sacar. El cáncer de pulmón indica que lo que vivimos es muy duro y queremos entenderlo. La vida no es para entenderla, es para vivirla. De este modo viene la comprensión. Problemas de los pulmones suelen indicar la necesidad de más actividad con gusto, alegría y compromiso.
El pulmón es un órgano que manifiesta directamente el escoger estar vivo. La respiración o la inhalación indica un lanzarse a la vida. Las personas con cáncer de pulmón son personas a las que se les ha acabado una vida. Se puede decir que son "muertos vivientes" pero a la vez siguen enfocados en la idea de quienes son. Lo que estas personas requieren es aceptar que son otras personas, que han cambiado (y ellos lo saben bien, aunque no lo quieran aceptar). Al mismo tiempo tienen demasiado apego; se puede decir miedo al cambio radical. Lo curioso es que hasta que no acepten ese cambio, hasta que no dejen lo viejo morir, eso no se va a curar. Más bien lo viejo se va a manifestar en lo nuevo, que es el cuerpo, y va a matarlo.
El cáncer mata porque no lo escuchamos y no realizamos la acción apropiada. En la Medicina del Alma una de las cosas que decimos es que, al fin, sólo hay una enfermedad en la vida que es una especie de sordera espiritual. Si uno está escuchando y está actuando no hay motivo para enfermar, porque uno escucha los susurros en lugar de los gritos.
El cáncer de pecho es más común en mujeres, aunque también se da en hombres. El pecho es como un armario y los problemas aparecen porque lo llenamos de piedras. El pecho todo lo guarda, incluso lo que no sirve. Llevamos en el pecho experiencias personales y acontecimientos del pasado hacia los que todavía estamos enfocados y que interfieren con el poder ser total y completo, es decir, sin cargas, desde el presente al futuro. Las piedras son resistencias, significan la no aceptación de lo que hemos vivido. Una manera eficiente de empezar a disolver cualquier problema de pecho es hacer una lista de todas las cosas a las que nos resistimos y apuntarse a ellas con compromiso y alegría. Cada resistencia es una metáfora de aspectos nuestros que resistimos. Los senos representan la necesidad de estar con una aceptando quién eres ahora sin comparación con el pasado, como juicios negativos... de estar, vivir y disfrutar el momento, de estar tranquila, sin ansiedad. Mujeres con problemas de senos requieren apuntarse de forma total a los alimentos del alma [nota: aparecen descritos en la obra de Eric Rolf titulada "Calidad de Vida y Tiempo"]como algo imprescindible. Hacer una conexión real con el corazón y el alma, además de parar los ruidos internos.
El seno refleja una metáfora muy sencilla y muy natural que es: nacemos para estar tranquilos. Esta tranquilidad no implica que no seamos productivos o activos sólo que seamos o estemos tranquilos. Una mujer, por ejemplo, no le puede dar de mamar a un niño mientras hace footing. Si observamos el perfil médico de una mujer con cáncer de pecho suele haber pasado de los treinta años, sus hijos ya han crecido, su labor de madre ya ha terminado y si esa mujer se ha identificado con el hecho de ser madre entonces su vida parece que no tiene sentido. Se puede decir que esa persona (la madre) ha evolucionado o ha "muerto". Y es hora de aceptar otros desafíos, otra identidad muchísimo más amplia, de cambiar su vida de forma total, de moverse a una creatividad más dinámica y menos estática. Una creatividad dinámica no implica no estar tranquila sino que se relaciona con novedad, cosas nuevas. La mujer, por su naturaleza, suele ser más materialista que el hombre en el sentido de que quiere la estabilidad, lo sólido y en ese proceso se convierte ella misma en una especie de objeto. Es precisamente ese objeto el que se muere porque no es realmente un objeto. Hasta que las mujeres con problemas de senos (sea cáncer o no) no se apunten a aventuras más creativas y dinámicas en relación con la vida, ese problema no se solucionará satisfactoriamente. Se requiere que una nueva persona se manifieste.
Los ovarios se relacionan con nuestra habilidad de relajarnos en el flujo de la vida y seguir sintiendo que nuestras vidas contribuyen. Participar sin esfuerzo. Vale la pena el hecho de estar vivo, que Dios no se equivocó al enviarnos, que la vida no hubiera sido igual si no hubiéramos estado aquí. Es útil explorar la relación cuando dices "sí". El "sí, pero" no es un sí. Experimenta decir sí a casi todo durante una semana.
En el cáncer de ovarios se trata de reajarse con la idea de que cada uno es un artista. Somos seres creativos. En todas las tradiciones espirituales se habla de la creación. Se explique como se explique siempre vamos a lo mismo: que el universo está creado, que la cosa más básica de la vida es esa cualidad de creatividad. Y como gotas dentro de ese océano somos creadores, somos artistas. Hasta que uno no asume ese aspecto, con respeto y profundidad (que cada uno crea su vida, sus experiencias, que cada uno es un artista), una de las cosas que se manifiesta es una resistencia a esa identidad. Esa resistencia a aceptar relajadamente que uno es un artista puede producr, en la mujer, cáncer de ovarios. Porque esa resistencia a crear se manifiesta en una resistencia a todos los acontecimientos de la vida de esa persona y parece que uno es víctima, constantemente bombardeado. Así que lo que se produce es una especie de resistencia a participar en la vida como si uno se sintiera, realmente, separado de la vida. Es una lucha constante, produce muchos miedos, siempre uno está en guardia para ver qué le va a hacer la vida cuando la realidad es que uno está viviendo en un mundo de espejos. En cada momento uno se está mirando en un espejo. No hay tal lucha con la vida y, sin embargo, las personas con cáncer de ovario tienen unas luchas inmensas con la vida. Y esto es así porque, básicamente, se sienten impotentes. Nada estimula la lucha más que el sentimiento de impotencia.
La garganta representa la voluntad, poder, compromiso o la capacidad de expresarlos. Los problemas pueden indicar esfuerzo como falta de poder. El esfuerzo cansa, agota, si tienes poder haces sin esfuerzo. Explorar el "no hacer". Es un punto de fuerza, de comunicación, de expresión. El camino de dentro para afuera. Lo que bloquea esa expresión interior es la lengua, el ego. Así que la garganta es un punto en dónde uno expresa el poder. El cáncer de garganta se produce cuando uno simplemente no quiere expresar su poder. Porque el poder expresado "mata", cambia. Pero, visto de forma negativa, cada expresión creativa "mata". Y ese miedo a la muerte (cambio) así como exteriorizarlo produce, en muchos casos, ese bloqueo o esa resistencia. La persona con cáncer de epxresión (de garganta) suele ser, por dentro, muy extremista pero se retiene todo eso. Y cuanto más se retiene, más extremista se pone por dentro provocando una separación enorme entre su vida interior y su expresión exterior. Así llega a un punto en que le parece casi imposible que el mundo sea capaz de aceptar su expresión. Curiosamente, una de las cosas que les sirve a estas personas que tienen problemas de garganta es el silencio. Aunque la garganta se relaciona con la expresión lo que la impide son los ruidos interiores, los pensamientos. Así con cualquier tipo de meditación, cualquier experiencia extrema en silencio, en meditación o con sonidos muy sencillos, como mantrams, repetir un sonido durante horas, puede ayudar a abrir ese canal de expresión hacia afuera.
Lo que indica la linfa es nuestra relación con la verdad y con los hechos, nuestro sentido de ganar o de perder. Problemas de linfa a menudo indican faltas en nuestra percepción de los hechos, puntos de vista limitados, lo que se puede llamar "ir de enterado". Aquí, aquella cuarta pregunta: si uno es estúpido, la exploración de ésto, le sirve mucho a personas con problemas de linfa. Ahora, cáncer linfático es un tipo de cáncer muy curioso porque se trata de un cambio casi total y absoluto en la idea de qué es o no es la verdad. Uno se imagina que cambia pero este cambio puede verse dentro o fuera. Las personas con problemas de linfa se identifican demasiado con el mundo. Suelen tener problemas de ego. No quiero decir que sean malas personas, ni arrogantes, sólo que viven una separación bastante amplia entre su vida y el mundo. Antes el mundo lo veían de una manera y ahora lo ven de otra pero no se imaginan que son ellos los que han cambiado (piensan que es el mundo el que ha cambiado). Tengo una tía que padece un cáncer linfático. Ella siempre veía el mundo de una manera hasta que se quedó viuda. A partir de aquí se permitió ver el mundo de otra forma completamente distinta. Su vida ha cambiado pero no se imagina que es ella la que ha cambiado. Cree que es el mundo el que ha cambiado a través de la circunstancia de ser viuda.
El colon indica nuestra relación con la totalidad, la posibilidad de identidad individual y conexión universal. La ola es una expresión individual y, sin embargo, nunca está desconectada del océano. Nuestra habilidad para cambiar, liberarse, dejarse ir. El colon nos indica la capacidad de ver todo como una unidad. Si tuviera que definir el cáncer de colon de una forma funcional (puede que no sea del todo correcta desde otro ángulo) diría que es una cosa que se manifiesta en una persona que rechaza aceptar que es una lma. Puede, tal vez, aceptar que es ingeniero, buena o mala persona, etc... pero no está aceptando esa etiqueta básica que va a destruir la importancia de muchas de sus otras etiquetas. No acepta su ser fundamental, esa individualidad que yo llamo alma. Así que a la persona con cáncer de colon le recomiendo que se apunte por completo a los "alimentos del alma" que se indican en el libro "Enseñanzas, el Camino del Sabor".
A mi me parece que el cáncer viene de distintas partes de la vida de la persona, los cánceres son distintos... por eso no creo que pueda existir una medicina que ayude a todos los cánceres. Pero me voy a permitir especular sobre una posible cura para el cáncer. No sé cuántas personas se la podrán permitir. Tampoco hemos hecho experiencias al respecto. Es una sugerencia. Se trata de que, en el momento en que la persona se entere de que tiene un cáncer, lo deje todo, completamente todo. Que se "muera" como personalidad. Que deje familia, trabajo, el mundo donde vive, completamente, y se vaya a otro mundo, sola, y que haga una vida enteramente nueva.
En el principio el cáncer no es un problema... no estoy hablando de alguien en fase terminal. Hablo de alguien que se entera que tiene cáncer y le sugiero que lo deje todo: marido, familia, hijos, trabajo... que se busque la mnaera de reunir el dinero que pueda y se vaya a otro mundo, un mundo lo más distinto posible. Un lugar en el que tenga que ser "otra persona" solamente para vivir en ese mundo. En dónde otras personas no vayan a esperar nada de ellos, dónde no tengan que responder de una manera rutinaria, dónde tengan que ser creativos, dónde tengan que reconocer y enfrentarse a su sentido de impotencia a través de nuevos idiomas y cosas por el estilo.
Pareciera que es una terapia demasiado extrema (probablemente lo sea). A mí, francamente, me parece que llenar el cuerpo de productos químicos o radiación es bastante extremo y, con toda seguridad, perjudicial. Así que lo que estoy recomendando más que un problema lo veo como una aventura que puede ser hasta gloriosa si la persona se apunta. Si va con el "rabo entre las piernas" a esta aventura entonces a donde va es a un lugar a morirse solo. Ahora tiene la muerte por delante así que, aparte de eso el resto tiene que ser positivo y jugársela. Pero entre los que se apunten a esa aventura, a ser "otra persona", a ver que pasa, a aceptar que la vida incluye vida y muerte, yo opino que un gran porcentaje (no tengo forma de hacer una estadística) se curarían rapidísimamente, tal vez durante el primer año de esa aventura o mucho antes.
Otra cosa importante es que siempre que uno oye de una persona que tiene cáncer se trata de un susurro de la vida, de esas incógnitas dentro de la vida nuestra que es como un espejo. El que está leyendo este libro tiene un espejo delante para llamarle la atención sobre esas partes de la vida de uno que necesitan "morir" y "renacer", esos crecimientos interiores que uno debe escuchar. Y si uno escucha posiblemente no requerirá de esos cambios tan radicales a los que me refería renglones arriba. Pero sí son necesarios cambios que resultarán radicales dentro del camino de uno. Y a esos cambios siempre hay resistencia.
En conclusión, si hay una cosa que distingue a la Medicina del Alma de otras es que no es una medicina de enfermedades; es una medicina de bienestar dentro de la cual hay ciertas cosas que uno puede hacer para estar bien. Esas cosas son, básicamente, los "alimentos del alma". Si uno no alimenta su alma pareciera que su vida se muere de hambre de distintas maneras. En el momento en que uno empieza a alimentar su alma, a acpetarse como alma y alimentarla, una cantidad de acontecimientos y experiencias que antes se presentaban como problemas dejan de serlo. Y uno de los grandes acontecimientos que ocurren es que uno, por fin, va en la dirección o en línea con su propia alma. O sea, que uno camina realmente hacia donde está mirando. Normalmente parece como si fuéramos de espaldas y entonces uno se hace daño con cosas que, verdaderamente, no están ahí para hacernos daño. Alimentar el alma es igual a dar un giro para vivir la vida de frente. De esta manera la vida es gloriosa, alegre y, sobre todo, divertida y llena de humor.